Faro Vidio, Oviñana

Si estás de visita en la preciosa villa de Cudillero, puedes aprovechar para acercarte a Cabo Vidio. Seguramente ya lo hayas visto desde alguno de los miradores del pueblo, cuyas impresionantes vistas alcanzan buena parte de la costa asturiana. Dentro del ayuntamiento de Cudillero, el cabo se encuentra en la localidad de Oviñana. El faro del mismo nombre fue inaugurado en el año 1950 y tiene la particularidad de encontrarse en un recinto amurallado en el que hay dos tipos de construcciones independientes la una de la otra. Puede que encuentres otra denominación para este faro, ya que los asturianos de refieren a él como 'el faru de Vidiu'. La zona impresiona por los acantilados en los que se encuentra el Faro Vidio, a unos 100 metros de altitud sobre el nivel del mar. Es uno de los cabos más importantes de la costa asturiana y un rincón que merece la pena visitar. Además de las vistas que ofrece, cuenta en la parte baja con pequeñas playas de gran encanto. En ellas podrás tomar el sol y bañarte, si la climatología asturiana te lo permite. Si no, siempre puedes optar por un relajante paseo al lado del mar. Destaca por sus miradores, que en días totalmente despejados alcanzan una buena porción de costa asturiana y la vista puede llegar a divisar el cabo de Estaca de Bares, en las costas gallegas. Esto es posible ya que el cabo situado en la costa coruñesa es el punto más septentrional de toda la Península Ibérica. Además, por el lado contrario, por el este, puedes divisar el cabo más sobresaliente de la costa asturiana, el Cabo Peñas. Como curiosidad, debes saber que el faro Vidio es el faro más reciente de toda Asturias y uno de los más nuevos de toda España. Esto lo convierte en una construcción moderna, sin demasiado interés arquitectónico, pero con grandes atractivos naturales en la zona. Te recomendamos que lo rodees al completo, para poder disfrutar de los acantilados y apreciar su verdadera altitud, siempre con precaución. Además de tomar fotografías, puedes dedicar algún tiempo para intentar adivinar las formas que las rocas han dejado entrever gracias a la erosión y al paso del tiempo. Uno de los acantilados tiene forma de tortuga si te fijas bien. También puedes encontrar alguna que otra cueva natural. La más importante y grande recibe el nombre de 'la Iglesiona', visitable únicamente en bajamar. Ten muy en cuenta los horarios de las mareas para visitarla con seguridad y sin ninguna sorpresa, pero te lo recomendamos, ya que merece la pena.